¿Pueden las setas curar el cáncer?

[dropcap style=»font-size: 78px; color: #ff7302;»]D[/dropcap]ecía Hipócrates, considerado el mejor médico de la historia, que había que intentar curar con comida, y evitar las medicinas en todo lo posible. Sin embargo, vemos como hoy en día la mayor parte de los médicos no hacen ni caso a Hipócrates, no le dan apenas importancia a lo que comemos, y menos aún intentan curarnos a base de cambiar nuestros hábitos alimenticios, y se dedican simplemente a recetar medicinas, siguiendo las pautas que le dan las empresas farmacéuticas, como si fuesen simples comerciales de los laboratorios farmacéuticos… y si esas medicinas no nos curan… ¡mala suerte!

Pero, afortunadamente y en gran parte gracias a internet, cada vez se va difundiendo más sobre alimentación saludable, y cada vez vamos siendo más capaces de curarnos o, lo que es más importante, no enfermar, gracias a las mejoras que vamos introduciendo en nuestros hábitos alimenticios, evitando así ir al médico y usar medicinas.

Ayer leí una noticia sobre esto, que contenía la parte buena, la información, pero también la parte mala, que ahora explicaré. La noticia, publicada en El Paso Times, es:

 

¿Podrían las setas tener la cura para el cáncer? (título original: “Could mushrooms hold the cure for cancer?”).

 

En el artículo explica que las setas han sido consideradas curativas desde hace miles de años, tanto por los egipcios, que decían que servían para alargar la vida, como para las culturas chinas y japonesas. Y explica que en concreto 3 variedades de seta, reishi o ganoderma, maitake and shiitake, están siendo investigadas por su eficacia luchando contra el cáncer. Y una de ellas, shiitake, está demostrando su efectividad contra el cáncer en China, y es la segunda forma de medicina alternativa contra el cáncer más popular en Japón, tras otra seta, la agaricus subrufescens.

La noticia dice que el experto en plantas medicinales Chris Kilham dice que “estas setas tienen propiedades que no se pueden sintetizar, porque las moléculas son demasiado complejas”. Además, opina que el valor inmunológico de estos hongos es muy importante, y que lo que se ha descubierto de ellos es sólo la punta del iceberg. Pero se queja de que los médicos son ignorantes del potencial que pueden tener en la medicina moderna.

Además, cuenta que científicos rusos han descubierto que una seta llamada chaga que crece en los abedules ayuda a los pacientes con VIH y también puede proteger contra la gripe y la viruela.

Hasta aquí hemos visto la parte buena de la noticia: parece que se está demostrando que unas setas pueden combatir el cáncer, y otras enfermedades, de manera eficaz.

Ahora viene la parte mala.

La doctora Kat Amey, de Cancer Research UK, advierte que no es todo tan fácil. En primer lugar, nos avisa de que lo que funciona en el laboratorio no siempre funciona fuera del laboratorio… a pesar de que antes nos habían contado que los beneficios de estas setas están siendo con pacientes, no solo en laboratorio. Luego nos advierte de que si tomamos demasiadas setas puede perjudicarnos, en lugar de beneficiarnos… pero no nos dicen cuántas son “demasiadas setas”, sólo dice que “cuando la gente empieza a comer mucho de algo, no tiene por qué ser completamente benigno”.

Sobre el chaga, un representante de U.K.’s National Aids Trust dice que son escépticos, y que hablar de ello puede dar falsas esperanzas y distraer de los asuntos esenciales sobre el VIH.

Y al final, la doctora Arney explica lo fundamental: “la clave está en encontrar qué componentes químicos útiles hay en esas setas. Pero hasta que grandes pruebas médicas se lleven a cabo, los beneficios tangibles de usar setas para la medicina para protegernos y luchar contra las enfermedades, permanecerán desconocidos”.

¿Por qué esto es lo fundamental? Porque es en lo que se basa la medicina moderna: no curar con alimentos, sino con medicinas… lo contario de lo que decía Hipócrates (por cierto, ¿los médicos no tienen que hacer el Juramento Hipocrático para ejercer?). Es decir, si un alimento cura, la industria farmacéutica extrae los principios que curan, los fabrica artificialmente, y te vende un medicamento con ellos… ¿por qué? Porque las farmacéuticas no venden setas… y, además, no pueden prohibir a otros que las vendan. Pero sí venden medicamentos, y si los patentan, sí pueden prohibir a otros que los vendan. Y, claro, si las farmacéuticas se pusiesen a vender setas, tendrían que competir en precio con los vendedores de setas de todo el mundo, mientras que si fabrican un medicamento que sólo ellas pueden fabricar, pueden ponerle el precio que quieran… y suelen ser precios altos. Pero a veces esto falla, por dos motivos: los principios activos fabricados artificialmente no siempre funcionan igual que los naturales, y a veces a los científicos se les escapan pequeños detalles que hacen que los alimentos funcionen, pero sus caros medicamentos, no. Así que, la otra parte importante de esta estrategia es decirnos que la comida no cura: si nos convencen de que no podemos curar el cáncer comiendo setas, tienen hecha la primera parte del trabajo. La segunda es contarnos que ellos y sus medicamentos son nuestra única salvación… y si alguien que tiene cáncer va a un hospital, le aplican sus “mejores” remedios, y muere, simplemente dicen “hemos hecho todo lo posible”.

 

CONCLUSIÓN

 

Si has leído todo este post hasta llegar aquí, puede que hayas llegado a la conclusión de que yo creo que las setas pueden curar el cáncer, y los medicamentos no. No es así, por el sencillo motivo de que no tengo datos al respecto, sólo he leído un artículo de periódico sobre el tema. Así que simplemente expongo los hechos que he leído en un artículo, y cómo funciona la industria farmacéutica. Y eso, resumidamente, es:

–          Hay investigaciones que dicen que hay setas que pueden curar el cáncer y otras enfermedades.

–          Según dicen, la efectividad de estas setas se ha probado en países como China o Japón.

–          Hay autoridades médicas que dicen que la efectividad de estas setas no está probada, y que si se prueba, lo que hay que hacer extraer los principios efectivos de esas setas, y aplicarlos en medicinas.

–          Hipócrates decía que hay que curar con comida, y evitar las medicinas.

–          La tendencia de la medicina actual es a intentar curar con medicinas, no con comida. Y esas medicinas no siempre curan como se supone que deberían.

–          Cuando la industria farmacéutica descubre que un alimento cura, extrae sus principios activos, o los fabrica artificialmente, y hace un medicamento con ellos, pues así lo puede patentar y puede cobrarlo al precio que quiera. Estos medicamentos no siempre son tan efectivos como los alimentos.  A la vez, las empresas farmacéuticas ocultan que esos mismos efectos se pueden obtener comiendo los alimentos.
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