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El entrenamiento y la alimentación deben adaptarse a ti, no tu a ellos

[dropcap style=»font-size: 78px; color: #ff7302;»]¿[/dropcap]Alguna vez has intentado hacer una dieta, pero no has podido seguirla porque pasabas demasiada hambre? ¿Alguna vez has intentado hacer un programa de entrenamiento, pero no has podido porque te agotaste y no pudiste hacerlo como estaba prescrito? Y después de no haber sido capaz de llevar a cabo esa dieta o ese programa de entrenamiento, ¿a que te has sentido culpable? Bueno, pues tengo una buena noticia para ti: ¡la culpa no es tuya!

Cualquier dieta o programa de entrenamiento debe tener entre sus características principales el ser realizable. Porque es muy fácil diseñar algo sobre el papel que cumpla con todos los requerimientos teóricos para conseguir los objetivos que se busquen, si no se tiene en cuenta ese “pequeño detalle” que es que se pueda llevar a la práctica. Por tanto, el punto de partida debe ser la persona que va a realizar la dieta o el entrenamiento, no al revés, lo que significa que

El entrenamiento y la alimentación deben adaptarse a ti, no tu a ellos

Por tanto, un entrenamiento o una dieta que no se pueden realizar, no son buenos. O, al menos, no son buenos para las personas que no la pueden realizar. Es decir, no hay que pensar “no he sido capaz de hacerlo”, sino “no está bien diseñado para mí”, y buscar algo que sí esté diseñado para tus características.

Pero hay una cuestión importante que quiero comentar sobre este tema: ¿por qué hay tantas dietas y entrenamientos que no se pueden seguir? Porque, por ejemplo, como comenté en otro post, según un estudio el 81% de las personas que hacen una dieta no obtienen los resultados que esperaban. Y sobre los entrenamientos no conozco ningún estudio, pero la realidad que se puede ver en los gimnasios es que la mayor parte de la gente que entrena se deja la vida un día tras otro sin apenas conseguir otro resultado que el agotamiento. ¿Es que los “expertos” no saben diseñar dietas y entrenamientos? En mi opinión no es ese el problema. Yo creo que el problema es que la mayor parte de las dietas y entrenamientos que se difunden hoy en día están diseñados para funcionar CON suplementos, y no funcionan SIN suplementos. Pero no lo dicen. Cuando uno lee en una revista de fitness o culturismo un artículo tipo “Consigue el cuerpo de tus sueños”, “Guía definitiva para conseguir tu tableta de chocolate”, o “Gana 5 kg de músculo en 3 semanas”, no te advierten de que para conseguir eso tienes que gastar varios cientos (o miles) de euros en los suplementos que anuncian en esa revista… y que sin esos suplementos, tu entrenamiento sólo va a servir para agotarte y desmoralizarte y tu dieta para pasar hambre. Y así,  cuando alguien que no toma suplementos intenta una dieta o un entrenamiento que está diseñado para funcionar CON suplementos, no puede seguirlo. O lo logra seguir con mucho esfuerzo y sin obtener resultados proporcionales a ese esfuerzo… pero, en mi opinión, la solución a eso no es empezar a tomar suplementos (con el consiguiente gasto económico que eso conlleva), sino hacer dietas y entrenamientos que sean efectivos SIN suplementos (como los que propongo en esta web, por ejemplo).

 

CONCLUSIÓN

 

Si intentas hacer una dieta o un entrenamiento y no eres capaz de llevarlo a cabo, no sientas que has fracasado, entiende que esa dieta o entrenamiento no está diseñado correctamente para tus características, deséchalo, y busca una dieta o entrenamiento que sí puedas hacer, y que te permita obtener resultados.
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